La adolescencia empieza a los 14 años
hasta los 21, donde se da el comienzo de la larga adultez. Este periodo es
intermedio entre la pubertad y la edad adulta, aquella persona en el ámbito
sexual ya está desarrollada pero posee muy pocas experiencias, al igual que es
muy inmaduro emocionalmente e intenta solucionar todos los problemas de vida
que se le presentan.
“Debido
a todos aquellos problemas muchos adolescentes caen en situaciones de
depresión, las mujeres deben asimilar la idea de la menstruación, igual sufren
de acné que causa asco y otros defectos, causadas por el gran desequilibrio
hormonal y sanguíneo que sufren aquellos jóvenes”
(Ballesteros, R., 1996, pág. 33-34)
En el sentido emocional, la llegada de
la adolescencia significa la abertura de la capacidad afectiva para sentir y
desarrollar emociones que se identifican o tiene relación con el amor. El
adolescente puede hacer uso de su autonomía y comenzar a elegir a sus amigos y
a las personas que va a querer. Hasta entonces no ha escogido a sus seres
queridos. Al nacer conoció a sus padres y tal vez a algunos hermanos y el resto
de sus familiares. Después, de alguna manera, sus padres fueron eligiendo sus
compañeros de clase y amigos. Pero al llegar a la adolescencia, puede hacer uso
de cierta capacidad de elección para poner en marcha uno de los mecanismos más
significativos de esta etapa. Llevando implícita la capacidad para determinar
sus afectos: querer de diferente manera a cada persona que le rodea y
personalizar sus afectos. Esto debido a la llegada del pensamiento abstracto
que le permite desarrollar su capacidad para relativizar. La discriminación de
afectos, a través del establecimiento de diferencias en el tipo y la profundidad
de sentimientos, le permite la personalización de sus afectos. El adolescente
está en un camino medio entre la edad adulta y la infancia, en lo que hace
referencia a la vivencia de sus emociones, estando presente una mezcla singular
de sus comportamientos. Todavía tiene una forma de manifestar sus deseos
mediante una emotividad exacerbada o con la espontaneidad propia de la
infancia, pero ya empieza a actuar de una manera sutil en las interacciones, o
con una cierta represión relativa de sus emociones, tal como hace el adulto.
Para lograr una exacta identidad los
adolescentes de esta cultura son diferentes situaciones siguiendo su distinto
concepto. En ocasiones cuando se presentan dos situaciones complicadas el
adolecente no sabe cómo actuara y se empieza a cuestionar porque en ese momento
no tiene definido su rol y por el contrario intenta imitara varias cosas.
“Para
pulir el sentido de la identidad de los adolescentes de las culturas
occidentales por lo general prueban diferentes “yo” en situaciones diversas,
tal vez actuando de una manera en el hogar, de otra con los amigos y también de
otra manera en la escuela y en el trabajo” (Ballesteros,
R., 1996, pág. 35-36)
Muchas organizaciones han hecho todo lo
posible por definir y demarcar de una manera distinta una de ellas es la
organización mundial de la salud la cual define a la adolescencia como una
etapa en la cual se da un cambio en varios factores sociales, físicos y
psicológicos, las costumbres de todas las cultura son muy distintas pero en
este periodo los adolescentes se comportan de una manera muy similar debido a
que todos los cambios son iguales.
Estos procesos son cambios que duran muy
poco tiempo, cuando se realizan todos estos cambios se pierde un gran
porcentaje de energía lo que crea en la mayoría de los adolescentes una gran
pereza al realizar los trabajos que normalmente deben hacer, al igual que
también tiene comportamientos inmaduros y no dignos de la edad que padecen,
esto se debe a que sus hormonas están en un repentino cambio que crea que se
emocionen o desilusionen en los momentos inadecuados.
En esta etapa se presenta un gran
desconocimiento y falta de confianza hacia los padres debido a que ellos se
muestran como los monstruos que le hacen daño al pensamiento de estos jóvenes,
como necesitan la atención total de los adultos que los rodean la llaman
actuando como infantes para así les presten atención a ellos y no a las demás
personas que al igual que ellos están en un entorno similar, esto en ocasiones
se torna un poco fastidioso debido a que se refiere que deben tener una edad
mental similar a la física.
Un ejemplo muy claro de esto es cuando
una adolescente femenina quiere acoplar toda la atención de sus padres, pero
estos por diferentes causas no le presentan los cuidados que ellas desea, por
lo que ella empieza a consumir drogas, fumar cigarrillo, tomar alcohol,
presenta una gran desobediencia hacia los padres, y pueden llegar hasta a
quedar en estado de embarazo solo para centrar la información de sus
acudientes.
“Los
procesos de desarrollo se caracterizan por periodos de cambio rápido,
entremezclados con etapas en las cuales hay una aparente perdida de ímpetu, y
en ciertos momentos, una regresión a patrones anteriores de comportamiento” (OMS,
1986, pág., 18)
Los adolescentes de la actualidad tienen
varias tareas que provienen de su desarrollo, en las cuales se encuentran: La adecuación
a los cambios del cuerpo interactúa con la madurez sexual y la personalidad, al
igual que las relaciones de apego que se tienen entre padres y a los diferentes
compañeros fortaleciendo las relaciones íntimas.
Empiezan a establecer una identidad
única, al igual que los gustos sexuales y roles sociales adaptivos, empiezan a
enriquecer su opinión global acerca de lo que ven y de lo que piensan
justificando su sentido crítico y argumental, al igual que el fortalecimiento
del potencial dedicada a gradual las cosas importantes para la persona y la
comunidad.
Este concepto se puede utilizar para
definir todos los procesos que conforman la vida del adolescente y proporcionan
su lógica para así poderlo formar como persona, al igual que gracias a esto se
puede determinar la mayoría de los problemas que padecen los adolescentes como
el estrés, en ocasiones se confunde con la ansiedad.
El adolescente promedio debe afrontar la
resolución de una serie de tareas del desarrollo, incluyendo las siguientes:
a) La
adaptación a los cambios fisiológicos y anatómicos relacionados con la
pubertad, y la integración de una madurez sexual en un modelo personal de comportamiento.
b) La
resolución progresiva de formas anteriores de apego a padres y familia, y el
desarrollo, a través de la relación con sus compañeros, de una mayor capacidad
de establecer relaciones interpersonales más íntimas.
c) El
establecimiento de una identidad individual, incorporando una identidad sexual
y roles sociales adaptivos.
d) La
utilización de una habilidad intelectual enriquecida, con la adquisición de un
sentido de comunidad y de una visión global.
e) El
desarrollo de los potenciales para actividades ocupacionales u de
esparcimiento, con una dedicación gradual a aquéllas que son importantes para
el individuo y para la comunidad.
“El
concepto de tareas de desarrollo es útil de múltiples maneras: conduce a una
mejor compresión de los patrones del desarrollo progresivo en la adolescencia;
facilita la comparación entre individuos y grupos de adolescentes con los puntos
de referencia del desarrollo” (OMS, 1986, pág. 19)
Crecer es una característica destacada
de la pubertad, el brote o estirón de la pubertad es una de las características
fundamentales de la adolescencia. Tiene una duración de 3 a 4 años, con un
promedio de 24 a 36 meses. Está caracterizado por un rápido crecimiento del
esqueleto, llamado punto de velocidad máxima, que se manifiesta por un aumento
rápido de la talla o crecimiento lineal, de aproximadamente 8 cm en la mujer y
de unos 10 cm en el hombre. Es seguida por una desaceleración progresivo del
crecimiento lineal, hasta que se detiene por la fusión de las epífisis de los
huesos largos, como consecuencia de los cambios hormonales.
Actualmente se considera que el
incremento en la velocidad de crecimiento es el primer signo de inicio de la
pubertad en las niñas, aunque es más fácil de visualizar dicho cambio en el
botón mamario. El crecimiento corporal no es homogéneo, por lo general se
aprecia una gradiente distal: proximal, es decir, los pies y las manos crecen
antes que las piernas y los antebrazos, y éstos lo hacen antes que los muslos y
los brazos. La cadera crece antes que los hombros y el tronco, el cual se
acompaña de una epífisis vertebral transitoria. Todos los órganos participan en
el estirón del crecimiento, a excepción de la cabeza, el timo, el tejido
linfático y la grasa subcutánea.
“Las
pandillas y los líderes influyen notablemente en la consolidación de la propia
identidad personal de este periodo…La adolescencia es un momento de cambio a
todos los niveles; apunta este cambio hacia la integración de los conocimientos
en su vida, hacia la autonomía y hacia lo que llamaríamos el sentimiento de
responsabilidad.” (Erickson, 1958, pág. 88)
Una de las primeras definiciones dadas
sobre el estrés fue hecha por el psicólogo Austriaco Selye, el cual a través de
un estudio que realizo llamado el estrés o síndrome general de adaptación pasó
a resumir todo un conjunto de síntomas psicofisiológicos, fue capaz de separar
los efectos físicos del estrés de otros síntomas sufridos por sus pacientes a
través de su investigación. Observó que sus pacientes padecían trastornos
físicos que no eran causados directamente por su enfermedad o por su condición
médica. Según esta concepción esta palabra significa el aumento de esfuerzo que
produce agotamiento y tensión, esta reacción se puede presentar en cualquier
situación, la cual coloca resistencias físicas o psicológicas.
Aquel psicólogo investigo el
funcionamiento de esta reacción a través de las ratas, utilizando diferentes
estímulos externos que les produjeran estrés para así evidenciar como era su comportamiento y poderlo comparar
con los humanos, el Síndrome de Adaptación que desgasta la vida. Esto se basa
en que un individuo sufre de tanta presión que se siente obligado a responder
con todas las reacciones y tratar de adaptarse.
“El
estrés significa esfuerzo intenso, agotador y también tensión. Se puede
presentar frente a cualquier acción, situación, que coloca exigencias físicas o
psicológicas especiales sobre el individuo: es decir cualquier cosa que rompa
el equilibrio del individuo” (Selye., 1973, pág. 42)
Este autor clasifica tres fases
fundamentales, la primera es la que muestra una reacción de alarma en respuesta
a un factor de estés o alarma que pone en evidencia el sistema nervioso
central, después de reconocer esta clase se presenta una fase donde en cuerpo
expresa un tipo de resistencia que ocurre mientras el cuerpo de aclimata y se
acostumbre y la última fase será la fatiga en la cual el cuerpo ya recibió
tanto aquella presión que crea nuevos factores de peligro, enfermedades y
muerte.
“La
palabra estrés apareció en el inglés medieval en la forma de distrés, que a su
vez provenía del francés antiguo destresse (estar bajo estreches u opresión)”
(Melgosa, 2006, pág. 19)
Con el paso de los siglos los hablantes
del inglés empezaron a utilizar la palabra estrés sin perder la original
distres. Por ello ambas resultan corrientes en el inglés moderno. La palabra
hace referencia a énfasis, tensión o presión, unas veces en sentido negativo u
otras en sentido positivo; y la segunda a una situación de A dolor psíquico,
sufrimiento o angustia siempre en sentido negativo. Por lo que afirman que las
presiones psicológicas cuando son severas y prolongadas, pueden producir
enfermedades físicas que surgen de las exigencias, ante las situaciones
ambientales.
El estrés es un agente que en la
actualidad se hace evidente en gran medida dentro del ámbito estudiantil y
muchas veces infiere como unas cargas demasiadas pesadas con la cual lidiar
para muchos de los estudiantes de los grados superiores del colegio. Según
estudios psicológicos, una de las épocas en la vida de los humanos en las que
más estamos sometidos a situaciones de estrés es durante la adolescencia, y es
que la transición desde la infancia al ser adulto es muy complicada.
Al final del bachillerato, se definirá
el futuro miles de jóvenes, además de los exámenes finales, quices y trabajos
que se tienen que entregan alrededor del periodo escolar. La etapa del
bachillerato está enmarcada por nuevas expectativas: cambios físicos, amigos y
reuniones. La presión desde lo académico se hace cada vez más exigente, tareas
combinadas con trabajos, exámenes, investigaciones, exposiciones y
representaciones, que generalmente dan como resultado bajas de defensa y por
consiguiente resfriados, dolores de cabeza y la consecuencia directa del
estrés.
Los jóvenes de hoy en día padecen de un
gran número de enfermedades debido a su
mala alimentación y al escaso ejercicio físico en el que diariamente se ven
inmersos. Pasan un mayor número de horas frente al computador navegando en
Internet o jugando, descuidando así su salud.
“Una
tercera parte de los adolescentes experimentan estrés motivado por las enormes
expectativas de sus padres y la sociedad y dos tercios experimentan síntomas
del estrés al menos una vez a la semana” (Arbor, 2003)
El estudio que se presenta referente a
comparación e identificación delos principales factores que generan estrés
entre los adolescentes de 15 a 18 años del colegio Angloamericano y del centro
escolar Miguel Pinto orienta a ampliar el punto de vista de los destinatarios
de la información presentada, sobre el impacto de los principales factores de
estrés en el desempeño estudiantil adolescente y proporcionar así un aporte
para futuros estudios que tengan sus bases sentadas parcial o totalmente en la
problemática en cuestión sirviendo como marco de referencia a estas y
facilitando así investigaciones posteriores.
Por lo cual genera beneficios expresados
en la optimización de los procesos de comprensión de la repercusión de la
problemática en el desempeño académico de los estudiantes de dos instituciones comparativamente
abordadas. El proceso investigativo presentado pretende establecer las causas
que originan estrés en la población adolescente de dos instituciones con
algunas diferencias socioeconómicas entre sí para establecer comparaciones
entre ambas, así mismo se hará la identificación de los síntomas que manifiestan
o experimentan los alumnos de las instituciones en estudio. Por otra parte, en
cuanto a su alcance, esta investigación sumará nuevas vías o alternativas para
estudiantes que presenten problemas similares de los que aquí se plantean
sirviendo como punto de apoyo informativo.
Según en los jóvenes se presenta varios
tipos de estrés afirmando que de los 11 a 13 años se da los acontecimientos
normativos que pueden ser producidos
principalmente por el cambio de escuela,
es necesario tener en cuenta que la compañía de los padres durante su
desarrollo adolescente es indispensable para evitar el desarrollo de aspectos
generadores de estrés, este tipo de estrés
es también conocido como estrés genérico.
El siguiente tipo de estrés son los
acontecimientos no normativos o agudo grave, afecta a los jóvenes de manera
individual, y se puede producir en cualquier momento, estos pueden incluir
enfermedades o lesiones, la ruptura de una amistad y conflictos entre padres.
Finalmente encontramos el estrés irritante cotidiano o crónico grave que quizás
parezca ser la escala relativamente menor, pero pueden tener un efecto
acumulativo, al combinarse con aspectos del estrés agudo grave o crónico grave
puede convertirse en un tipo de estrés mayor.
“Los
jóvenes experimentaban agitación tanto en sus emociones como en su relación,
hasta el punto de que este periodo era una época de oscilación continua de
tendencias contradictorias” (Coleman J. y Hendry. L, 2003, pág. 220)
Coleman en su libro señala que según la
teoría de Stanley la falta de energía y la torpeza de los jóvenes podían ser
seguidos por alegrías muy grandes y de ayuda a los demás lo cual es muy
diferente al egoísmo que sentían cuando eran infantes, al igual está presente
la necesidad de conformismo y un deseo de desafiar los valores y los
comportamientos cambiantes de estos.
Los estudios con los adolescentes
comenzaron cerca de los años 50s, y han demostrado que pueden tener
consecuencias fatales, Bandura es un psicólogo muy conocido, su principal obra
fue “La década tormentosa ¿hecho o
ficción?” (1964) y la importante investigación de Douvan y Adelson (1966)
tuvieron un gran impacto en el conocimiento del estrés en adolescentes.
En síntesis todas las investigaciones
han arrojado las mismas conclusiones, la mayoría de los adolescentes atraviesan
un periodo un poco estresante se ajustan a esta, la mayoría de ellos no se
aparta de sus familias, no tienen trastornos psicológicos, ni atraviesan una
crisis de identidad grave.
Un buen ejemplo de esto es la conclusión
a la que llegaron Siddique y D’Arcy, en la cual examinaron el estrés y
bienestar de un grupo con cierta edad, los resultados fueron:
“En
este estudio, un 33,5% más o menos de los adolescentes analizados no comunicó
síntomas de malestar psicológico, y otro 39% comunicó cinco o menos síntomas
(un nivel leve de malestar). Por otra parte, un significativo 27,5% manifestó
niveles superiores de malestar psicológico. Para la mayoría, la transición
adolescente puede ser relativamente suave; sin embargo, para una minoría parece
ser un período de tormenta y agitación... Una gran parte de los adolescentes
parece llevarse bien con los adultos y puede afrontar de manera eficaz las
demandas de la escuela y los grupos de iguales. Utilizan sus recursos para
hacer ajustes a los factores ambientales generadores de estrés con signos
apenas visibles de malestar psicológico” (Siddique y
D’Arcy, 1984, pág. 471.)
Gracias a este estudio podemos
determinar que lo que dice Stanley de que este periodo es una época de tensión
y tormenta para la mayoría de los adolescentes es algo engañoso ya que solo una
minoría experimenta una agitación seria. La adolescencia como periodo no es tan
cargada de estrés en sí, pero se debe determinar asegún su hábitat para poder
ayudar a los que sí.
En este periodo los jóvenes experimentan
una búsqueda a un nuevo mundo, cambios y transiciones, algunos de estos pueden
cargados estrés en sí mismos, una manera de distinguirlos es clasificarlos en
tres categorías:
· Los
acotamientos normativos, estos son los que pueden referir a cambios de escuela,
desarrollo del pubescente y las presiones que pueden tener estos, pero son acontecimientos que todos los jóvenes deben atravesar, pero
dentro de una escala predecible que no supere cierta edad, los aspectos que se
podrán determinar cómo estresantes serán hallados más adelante.
· Los
acontecimientos no normativos, son los opuestos ya que agreden al sujeto de
forma individual y pueden aparecer en cualquier momento de la adolescencia,
estos contienen enfermedades, lesiones, rupturas amistosas, conflictos con los
padres o separación de ellos, problemas con el trabajo de estos.
· Las
irritaciones cotidianas, aparecen es escalas menores, pero pueden tener un
sentido acumulativo, especialmente si son mucho y si se combinan con los otras
dos clases pueden ser complicados de llevar.
Estos tipos de acontecimientos, se
pueden pensar en distintas dimensiones que determinan el grado de estrés en el
que este inmerso cada individuo.
Los jóvenes entran a la pubertad en
momentos distintos, pero la mayoría van paso a paso con los otros, pueden
afrontar cambios muy drásticos con respecto a la infancia pero muchos de ellos
lo realizar de manera tardía o demasiado precoz, pero esto puede ser
perjudicial debido a que en la mayoría de ocasiones no están preparados para
albergar todas las consecuencias que pueden llevar a esto, entre más
acontecimientos con algún nivel de estrés surjan pueden ser más complicados de
manejar para en individuo presente.
A partir de la siguiente figura se puede
ver que cada una de estas variables tiene una contribución con diferentes
niveles de afrontamiento, pero también se necesita conocer la respuesta de
afrontamiento del individuo, los apoyos o amortiguadores de los que se dispone.
Figura 1. Modelo de transición evolutiva
en la adolescencia temprana. Fuente: RICE y cois, (1993).
Otros autores como Compas también han
hablado de esto el cual señala que el estrés varía de acuerdo a las dimensiones
incluyendo si es normativo o atípico, de una gran magnitud o pequeña, y de
naturaleza aguda y crónica, este dice que pueden caber dentro de tres
categorías amplias, que se pueden dividir según la edad mental y el periodo en
el que el adolescente se encuentre. Estas categorías se podrían llamar el
estrés genérico o normativo, estrés agudo grave y estrés crónico grave.
Todos los adolescentes estarán expuestos
siempre a algún nivel genérico de estrés mientras atraviesa este momento de
vida, pero este delimita de una forma muy expresiva el agudo entendiéndolo a
través del ejemplo de que se muere un familiar o sufre una lesión grave, en
cambio el crónico se lleva en un caso de pobreza, dificultades económicas,
racismo, trastornos psicopatológicos de los padres y otros factores generando
gran duración de la misma.
“Los
tipos diferentes de estrés tendrán un efecto distinto según el adolescente que
lo padece, las intervenciones deben ser efectivas, generando un factor
combinatorio entre ellos, padeciendo este trastorno o no” (Compas, 1995, pág
95)
Figura 2. Subtipos de estrés: estrés genérico, estrés
agudo grave y estrés crónico grave. Fuente: COMPÁS (1995).
Es importante resaltar que se realiza
una gran transición de la adolescencia no son necesarios aspectos cargados de
estrés, si existe apoyo adecuado y si los factores potenciales que generan
estrés están razonablemente espaciados, ya que la adaptividad de los jóvenes es
muy efectiva. El afrontamiento será muy sencillo si los acontecimientos son
espaciados y si no hay demasiado que produzca estrés, así podemos comprender la
capacidad de adaptación.
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